viernes, 17 de enero de 2014

PSICOLOGÍA INFANTIL



La psicología infantil  se encarga del estudio del comportamiento del niño, desde su nacimiento hasta su adolescencia. De esta forma, esta rama de la psicología  se centra en el desarrollo físico, motor, cognitivo, perceptivo, afectivo y social. Así es como los psicólogos infantiles llevan adelante métodos para prever y resolver los problemas en la salud mental de los niños.



La psicología infantil atiende dos variables que pueden incidir en el desarrollo del niño: el factor ambiental, como la influencia de sus padres o de sus amigos, y el factor biológico, determinado por la genética.
Una de las cuestiones fundamentales que se intenta transmitir a través de la citada psicología infantil es también la necesidad de que los padres reaccionen y sepan cuando acudir a la misma para poder ponerle solución al problema que tiene su hijo, sea del tipo que sea. En este sentido, se establece que hay una serie de parámetros que son los que le pueden indicar al padre o a la madre que ha llegado el momento de solicitar la ayuda de especialistas.
Así, da a conocer que hay que optar por profesionales cuando se está viviendo una importante crisis en el seno familiar, cuando el pequeño tiene problemas en el colegio, cuando aquel tiene problemas de relación con sus compañeros, cuando su hijo está deprimido o cuando la personalidad y conducta de aquel ha cambiado radicalmente.
En cuanto a sus principales teorías, la psicología infantil se basa en la descripción de la personalidad y la percepción desarrollada por el austriaco Sigmund Freud, y en los conceptos del saber cognitivo propuestos por el suizo Jean Piaget.
Para la teoría freudiana, el desarrollo de una personalidad sana es imprescindible para satisfacer las necesidades instintivas del niño. Freud afirma que las tres etapas estructurales de la personalidad son el ello (la fuente de todos los instintos), el super-yo (representa las reglas sociales y morales) y el yo (la fase intermedia entre el ello y el super-yo).
Piaget, por su parte, se concentra en el conocimiento innato del niño, que aparece desde el nacimiento y que permite el aprendizaje sin necesidad de estímulos externos.
Muchas son las cuestiones y ámbitos que se pueden estudiar y solucionar a través de la psicología infantil. En este sentido habría que destacar especialmente el fracaso escolar, los problemas emocionales, el maltrato, el abuso sexual o los problemas de incontinencia.
Los trastornos psicológicos más comunes entre los niños son los vinculados al sueño, los terrores nocturnos, los miedos en general, la alimentación, la actividad (hiperquinesia, tics) y el lenguaje (tartamudeo, afasia y otros).





































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